Descubriendo tu propósito

Las lecciones compartidas surgen de una experiencia personal transformadora:

1. El propósito no solo nutre a uno mismo, sino que también se convierte en un servicio a los demás mediante los talentos individuales.

2. Descubrir el propósito es un acto de amor propio y priorización personal.

3. La capacidad para alcanzar metas reside internamente.

4. El propósito implica un proceso de transformación integral, abarcando ser, hacer y tener.

Entre los desafíos a tener en cuenta se encuentran tres "ladrones" que pueden afectar el propósito:

1. El miedo, ya sea al juicio externo, al comienzo de nuevos proyectos o al temor al fracaso.

2. La impaciencia, olvidando que todo tiene su tiempo y proceso de desarrollo.

3. La falta de autoconfianza, permitiendo que las percepciones externas influyan en la autoevaluación.

El método probado para descubrir el propósito se centra en tres elementos clave: talentos, conocimientos y pasión. Los talentos, aquellas habilidades innatas o destrezas cultivadas a lo largo del tiempo, emergen como piezas fundamentales en la construcción del propósito. Los conocimientos, adquiridos mediante la educación, la experiencia y la exploración continua, aportan la base intelectual necesaria para traducir los talentos en acciones significativas. La pasión, motor emocional y fuente de energía intrínseca, se erige como el componente vital que infunde entusiasmo y compromiso en la búsqueda y expresión del propósito. Así, este método busca la convergencia armónica de talentos naturales, saberes adquiridos y una profunda conexión emocional, revelando un camino único y personal hacia la realización del propósito de vida.

Responder de manera precisa a estas cinco preguntas fundamentales marca el comienzo del viaje:

1. ¿Quién es la persona?

2. ¿A quién se dirige?

3. ¿Cuál es la contribución u ofrecimiento único?

4. ¿Por qué se emprende este camino? (Subrayando que la motivación no debería ser exclusivamente financiera).

5. ¿Cómo se llevará a cabo este propósito?

En la metodología del Ikigai, se identifican cuatro fuerzas principales que convergen para descubrir el propósito de vida:

Pasión: Aquello que amas hacer, tus talentos y habilidades naturales, aquello que harías incluso si no te pagaran por ello.

Misión: Tu contribución al mundo, lo que te gustaría hacer cada día de tu vida para marcar una diferencia positiva.

Profesión: La habilidad de convertir tus talentos en una fuente de ingresos económicos, transformando lo que amas en tu sustento.

Vocación: Lo que el mundo necesita, el servicio o aporte que puedes ofrecer para satisfacer necesidades más amplias.

Enfrentar el camino hacia el propósito exige defensa constante, incluso de uno mismo.

Tomando el pincel con fe y fuerza, la persona está equipada para colorear su vida y la de otros. En este arte de amarse a sí mismo, el propósito actúa como el pincel que da forma a una experiencia única y significativa.

“Cuando descubrí mi propósito, mi vida y mi negocio cambiaron totalmente” dice la  autora Thaimi Rosario, Coach Organizacional. 787- 410-0444  @thaimirosari

Explorar el arte de amarse a sí mismo y descubrir el propósito de la vida es un viaje revelador. ¿Te has preguntado alguna vez, cuál es tu propósito? El propósito, definido como la intención de realizar algo significativo, se convierte en el pincel que da forma a la vida, guiando hacia metas alineadas con los valores.